Actualmente la mejor medicina que se puede realizar es la preventiva y entre ellas tenemos a las vacunas que protegen a su caballo de los estragos de las enfermedades.

Las vacunas administradas por su veterinario a su caballo ponen una barrera entre el animal y una amplia lista de problemas. Entre los más comunes son:

   La influenza o gripe  (única obligatoria en caballos que compiten y que acuden a concentraciones ecuestres).

   El tétanos y la rinoneumonitis, aunque también se puede vacunar de rabia, papera equina.

   Más recientemente, el Virus del Nilo Occidental (West Nile).

Las vacunaciones son una parte vital del manejo equino y si se incorpora en un programa que incluya desparasitación periódica, suministro de agua limpia, fresca y abundante, nutrición correcta y metódica más un entorno seguro, su caballo podrá permanecer mucho más tiempo feliz y saludable.

Un programa de vacunación correcto es una parte esencial de un dueño responsable, pero hay que reseñar que la vacunación no garantiza la protección total de su caballo y a veces solo disminuye la gravedad de la enfermedad. Pueden producirse determinados problemas en el momento de la vacunación; problemas que van desde una reacción benigna localizada en el lugar de la inyección, hasta una reacción de tipo alérgico (efecto secundario muy poco frecuente). Una ligera inflamación en el lugar de inyección puede producirse en todo tipo de vacunas; no reviste gravedad y suele desaparecer en menos de 48 horas.

Las inmunizaciones específicas que necesita un caballo, dependerá de varios factores: el ambiente, edad, uso del caballo, la exposición de riesgo, valor del caballo, ubicación geográfica y el manejo general.

Su veterinario le puede ayudar a determinar el programa de vacunación que mejor se adapte a su caballo según las necesidades individuales.

INFLUENZA, GRIPE EQUINA: Esta enfermedad es una de las más comunes del sistema respiratorio del caballo. Altamente contagiosa, el virus puede transmitirse por el aire de caballo a caballo (por ejemplo, tos).

Sus señales son: tos seca, descarga nasal, fiebre, depresión y pérdida de apetito. Con un cuidado apropiado, la mayoría de los caballos se recuperan en unos 10 días. Sin embargo, algunos pueden continuar con los síntomas por varias semanas, especialmente si retornan al trabajo demasiado pronto. El tratamiento contra la Influenza es caro y su recuperación incluye mucho tiempo de descanso, dando como resultado perdidas económicas.

La vacunación de influenza para todos los caballos que actúan en competiciones reguladas por la RFHE van a requerir de una normativa propia que incluye:

   Todos los caballos deben recibir una primo vacunación, consistente en dos dosis separadas en un intervalo entre 21 y 92 días.

   Seguidamente, las vacunaciones deben repetirse con una frecuencia de 6 meses más-menos 21 días. (El margen de 21 días se da para no alterar el estado de la condición del caballo con respecto a las competiciones).

   No se deben administrar dosis durante los 7 días precedentes a la competición.

   Todas las vacunas deben ser administradas por un veterinario colegiado.

   Deben registrarse en el LIC/Pasaporte, anotando los detalles de la vacunación como son: serie/lote, fecha, lugar, vía de administración y firma/sello del veterinario.

   Los defectos en el protocolo de vacunación pueden ser sancionados por parte de los delegados federativos.

TÉTANOS: es causado por toxinas producidas por bacterias cuyas esporas pueden sobrevivir por años. Las esporas penetran en el cuerpo a través de heridas o por el ombligo de los potros recién nacidos. No es transmisible de caballo a caballo.

Los síntomas incluyen rigidez muscular, dilatación de ollares, hipersensibilidad y prolapso del tercer párpado entre otros. A medida que la enfermedad progresa, los músculos de la mandíbula y la cara se van paralizando impidiendo que el animal coma o beba. Más del 80 por ciento de los caballos afectados mueren.

Todos los caballos deben ser vacunados anualmente contra el tétanos, con dosis adicionales para yeguas y potros según lo recomiende su veterinario.

RINONEUMONITIS: Incluye dos tipos de virus; Virus Herpes Equino Tipo 1 (EHV-1) y Virus Herpes Equino Tipo 4 (EHV-4).

Las dos enfermedades causan en los caballos, síntomas y señales diferentes, pero las dos, se conocen como rinoneumonitis. Ambas causan problemas del sistema respiratorio. El EHV-1 también puede causar aborto, causar la muerte del potro, u otros signos neurológicos. Los caballos infectados pueden sufrir fiebre, pérdida de apetito, descarga nasal y tos. Los caballos jóvenes son los más vulnerables a infecciones respiratorias y pueden desarrollar neumonía secundaria.

La pauta de vacunación es la siguiente:

   Primovacunación: dos inyecciones con 1 mes de intervalo. Tercera inyección 6 meses después.

   Revacunación: 6 meses a 1 año como máximo después de la última inyección, Todas las yeguas preñadas deben ser inmunizadas contra el tipo EHV-1 y como el tiempo de protección inmunológica es corto, estas deben ser vacunadas como mínimo durante el 5 ª, 7 ª y 9º mes de la gestación.

FIEBRE DEL NILO OCCIDENTAL (West Nile): Es un virus transmitido por un mosquito y causa encefalitis.

Según los datos que se conocen, sólo los pájaros pueden infectar a los mosquitos con el virus del Nilo Occidental, y éstos luego propagan la enfermedad a caballos y seres humanos.

PAPERA EQUINA: Una enfermedad muy contagiosa pero raramente fatal.

A veces hay efectos secundarios asociados con la vacunación y es muy importante que usted discuta los riesgos versus los beneficios de la vacunación con su veterinario.

RABIA: Una enfermedad aterradora,  en España está prácticamente erradicada.

Los caballos son infectados con poca frecuencia, pero siempre causa la muerte. La rabia puede transmitirse de caballos a los seres humanos.