La adquisición de un ejemplar requiere que se examine al caballo de forma objetiva por un profesional veterinario, para evaluar su estado general de salud, su conformación, su aptitud para la disciplina escogida ya sea para la competición, ocio, para una yeguada... con el fin de tener una valoración que ayude tanto al propietario como al futuro comprador, y que sirva de garantía para ambas partes.

El examen del ejemplar se puede realizar de una forma básica o más minuciosa. Dependiendo de la finalidad y el valor del caballo, se podrá solicitar al veterinario el tipo de chequeo que se necesite.

Un chequeo base podrá incluir:

- En reposo

   Identificación del caballo mediante el microchip, libro de identificación y vacunaciónes realizadas.

   Ver el estado general que presenta el ejemplar. Ver los aplomos, extremidades, cascos.

   Examen ocular y de la boca, frecuencia cardiaca y respiratoria.

   Examen digestivo.

   Palpación del cuello, el dorso, las articulaciones, tejidos blandos... buscando posibles zonas de dolor

- En movimiento

   Primero al paso y luego al trote se valoran de nuevo las extremidades, articulaciones, tendones, ligamentos...

   Se mide de nuevo la frecuencia cardiaca

   Se comprueba si presenta alguna patología respiratoria.

Para un chequeo más a fondo se pueden solicitar por ejemplo:

   Realización de test de esfuerzo.

   Examen radiológico, examen ecográfico, endoscopias.

   También se pueden realizar analíticas, muestras sanguíneas...